Es indispensable la participación de un Notario Público para la formalización y validez del acto de compra-venta o de negocios inmobiliarios. El notario Público es un licenciado en derecho investido de fe pública, autorizado por el titular del poder Ejecutivo de su entidad federativa correspondiente, con la finalidad de  autenticar conforme a la ley, los actos y los hechos a los que los interesados deban o quieran dar autenticidad; se encarga de recibir, interpretar y dar forma legal o voluntaria a los actos jurídicos, el notario brinda seguridad jurídica a través de instrumentos redactados por él.

El Notario Público asesora jurídicamente a los comparecientes, les aconseja los medios jurídicos más adecuados para el logro de sus fines lícitos, prepara los documentos necesarios para el otorgamiento, redacta el instrumento y les explica el valor y las consecuencias legales de los actos y hechos que se otorguen o sucedan ante su fe; tomará las firmas ante él mismo, reproduce y conserva el instrumento original.

Un Notario Público también, a solicitud de la parte interesada, hace constar bajo su fe, la veracidad de lo que ve, oye o percibe por sus sentidos y la certeza y fuerza probatoria de las declaraciones de voluntad de las partes en el instrumento redactado.

Los Notarios deberán ejercer sus funciones únicamente en su notaría o en los lugares donde resulte necesaria su presencia, en vista de la naturaleza del acto o hecho del que se pretenda dar fe, pero siempre dentro de la demarcación notarial que le asigne el Ejecutivo y, por ello, no podrá ejercer sus funciones fuera de su adscripción.

Dentro de un proceso de compra-venta de inmuebles el Notario Público solicita y analiza la escritura que acredita la propiedad de la vivienda o terreno; además, obtiene las boletas de predial correspondientes, así como los comprobantes de pago de luz y/o teléfono.

Gestiona la realización de un avaluó y envía un aviso preventivo al Registro Público de la Propiedad (RPP), solicitando el certificado de existencia o inexistencia de gravámenes.

El notario público reúne a los interesados para dar lectura al contrato de compra-venta, explicar el contenido de éste y resolver cualquier duda que pudieran existir.

Antes de la firma, calcula y retiene los derechos e impuestos que les corresponde pagar a cada parte. Posteriormente, envía la escritura para que sea inscrita en el registro público de la propiedad, notificando el cambio de propietario para efectos de predial y agua. Al final, le entrega el testimonio correspondiente al comprador una vez ingresado al Registro Público de la Propiedad.